Cómo empezó todo - Mi camino a Pamuri
En agosto de 2018 me embarqué en el primer gran viaje de mi vida. Todo lo que tenía planeado era que pasaría tres semanas con mi amiga Katja y su hijo Enno en Colombia. Luego de viajar por algunos lugares de Colombia, decidí viajar a Ecuador y finalmente a Perú.
Después de unos meses de viaje, en diciembre, viajé a Lima, Perú, donde me alojé con Carolina, a quien no conocía pero me recibió con los brazos abiertos. Carolina me habló de su tía Ana, su primo Santi, y la ONG Mukmu que ellos tenían en Huancavelica. Los conocí a los dos e intercambiamos ideas sobre mi trabajo con niños y jóvenes en Alemania y su visión de Mukmu en Pamuri (la zona de Huancavelica donde se encuentra la ONG). Ana y Santi me preguntaron si me imaginaba haciendo los primeros talleres con niños y jóvenes en Pamuri, yo estaba emocionada, pero también tenía un poco de temor ante esta gran tarea. No tenía experiencia previa de trabajo en el extranjero y en una cultura extranjera, pero el hecho de que Ana y Santi me acogieran con tanto cariño y confiaran en mí y en mis capacidades, me animó a embarcarme en la aventura de Mukmu.
Así llegué a Pamuri, a encontrar a Mukmu, a gente maravillosa y también encontrarme conmigo misma.
El comienzo de mi trabajo de Mukmu
Antes de comenzar mi labor con Mukmu, Santi quería familiarizarme con la región de Huancavelica, por lo que pasamos tres días juntos en el Lodge, donde conocí a los integrantes de la zona. Ellos me recibieron cálida y abiertamente, por lo que me fue fácil decidir quedarme. Quería sumergirme en la cultura de la región, conocer a la gente, ponerme en contacto con ellos y tener experiencias con los niños en los talleres de la naturaleza

Una actividad en la naturaleza
En Navidad viajé sola a Pamuri, donde pasé los primeros días en el Lodge. Allí conocí a la familia de Eder (miembro del equipo del Lodge), quienes me hicieron sentir bienvenida y aceptada desde el primer momento. Pasé mucho tiempo con sus dos hijos, Silvia y Ederson, con quienes empecé a desarrollar algunas actividades. Me entusiasmó mucho ver que inmediatamente se involucraran con mis ideas y se sumergieran en la naturaleza de Pamuri conmigo.
Al cabo de unos días conocí a Norka, una profesora del lugar que estaba interesada en apoyar mi proyecto, así que en los días siguientes fuimos de casa en casa para comentarle a las familias de la zona que queríamos hacer talleres en la naturaleza con los niños, a lo cual muchas familias respondieron con entusiasmo.
El inicio de los talleres
Con los talleres en la naturaleza buscaba conocer mejor a los niños y acompañarlos a explorar la naturaleza de forma lúdica, así lograrían conocerla con otro enfoque y conocerse a sí mismos. Todo ello con la finalidad de lograr el objetivo de Mukmu: descubrir los talentos ocultos en nosotros mismos y su importancia para ayudar a mejorar el mundo.
Muchos niños y también algunos padres vinieron a nuestro primer taller, por lo cual estábamos súper contentas. Con algunos juegos nos conocimos y creamos un gran mandala con materiales de la naturaleza.

Una mandala de la naturaleza

Contacto profundo de la naturaleza
Del 31 de enero al 28 de febrero desarrollamos las actividades de las vacaciones de verano, de lunes a jueves, en el horario de 3 pm a 5 pm para las actividades en la naturaleza y de 5 pm a 6 pm para jugar Fútbol. La estructura fue la siguiente:

1. Comienzo abierto

2. Bienvenida y Ronda de los sentimientos

3. El espacio tranquilo

4. La actividad

5. La reflexión

6. El fin
En los talleres hicimos actividades como: pintar piedras, descubrir la naturaleza, hacer colores de materiales naturales, pintar y hacer un arcoíris con los materiales naturales, descubrir y estudiar los sentidos en la naturaleza, trabajar y hacer reflexiones en un diario personalizado, tallar y mucho más.
Los niños mostraron muchísimo interés en las actividades. Después de unos días vinieron con sus propias ideas, deseos y descubrimientos, lo cual me pareció maravilloso, pues ese era mi objetivo, ayudar a los niños a implementar sus propias ideas y seguir sus propios intereses. De esta manera, pueden descubrir sus talentos y usarlos para ellos mismos y para las comunidades.
Un día los niños vinieron a mí y me dijeron que habían encontrado sapos, así que declaramos la semana “Semana de sapos” y nos dedicamos a explorar su desarrollo y su vida con métodos creativos. Dentro de las actividades que realizamos, también hicimos recojo de basura, plantamos una pequeña huerta, organizamos un campeonato de fútbol, hicimos senderismo y celebramos juntos la Pascua.




Más adelante conocí a Irene, la maestra de jardín de infantiles, a quien le hablé de mi trabajo y le gusto mucho, por lo que decidimos hacer un día de bosque a la semana como parte de las actividades educativas de los niños. Al llevar a cabo las actividades, fue muy agradable ver a los niños interactuar con la naturaleza y usarla para aprender.
Tuve la oportunidad de asistir a un evento organizado por la Asociación de Defensa y Desarrollo de las Comunidades Andinas del Perú (ADECAP), donde estuvo representada la ONG Alemana “Welthaus Bielefeld” con 2 voluntarios que realizaron proyectos en las comunidades, y así se creó una primera red.
Además de mi trabajo con los niños, conocí a más familias y exploré las comunidades, quienes me recibieron calurosamente desde el principio. Por supuesto, primero tuve que familiarizarme con otras costumbres y hábitos culturales, pero la gente me lo puso fácil, me llevaban a todos lados y me dejaban participar de su vida cotidiana y de sus costumbres.



Semana de sapos


Tuve también la oportunidad de conocer la escuela, el carnaval y hasta me permitieron asistir a un bautizo. Me conmovió mucho la calidez y la franqueza de la gente.
Antes de regresar a Alemania, en mayo, pude transmitir mis proyectos a Lucía. Ella vino de España para hacer un voluntariado igual que yo, y así viajé de vuelta a Alemania, pero solo con un “hasta luego” – como


Educación infantil al aire libre
En Alemania fundé una ONG Mukmu para poder seguir apoyando a Mukmu en Perú y poder hacer proyectos similares. Agradezco infinitamente que tantas personas en Perú continúen con el trabajo de Mukmu y que me permitan ser parte de ellos.
En abril de 2020, quise volver a Pamuri por medio año, lo cual desafortunadamente, la pandemia del COVID-19 no me permitió hacer, pero estoy feliz de que Mukmu haya podido continuar apoyando a la región y lentamente pueda planificar e implementar más proyectos con la gente. Finalmente volveré a Pamuri este mes de abril, y estoy muy emocionada de encontrarme con todos allí de nuevo y planear nuevos proyectos.
Espero que los miembros de Pamuri y sus alrededores, así como las personas de todo el mundo, se sientan inspirados por Mukmu y puedan volverse hacia la naturaleza, descubrir sus talentos y recursos y utilizarlos para tratarse bien a sí mismos y al mundo. Durante mi tiempo en Pamuri, también tuve un acceso directo a la naturaleza, a mí misma, a mis semejantes y al mundo. El tiempo me acercó a mi propia cultura, pero también me ayudó a pensar fuera de la caja, a descubrir la situación cómoda en la que me encuentro, pero también a dar pequeños pasos, con un poco de miedo, pero mucho coraje y confianza para comenzar y para usar mis propias habilidades.
Mi corazón está en Pamuri y Mukmu, pero no importa donde estés, si en Pamuri, Perú, Alemania, en tu propia puerta, en tu propio corazón o en cualquier otro lugar debes tomar acción y ayudar. Me gustaría terminar este artículo con las palabras de Meister Eckhart (1260-1328): “Y de repente sabes: es hora de comenzar algo nuevo y confiar en la magia del comienzo”.